Murillito quiso un día compartir una mojoncha
y el perro que "le pedía" no lo supo agradecer,
aquella fruta madura,tan dulce y apetitosa
no logró ser apreciada por el tal canino aquel.
Y Murillito molesto(cosa infrecuente en él)
exclama en contra del perro-como entrando han de leer-
"No me lo comí por dárselo y no se la quiso comer
de haberlo sabido antes ni siquiera lo alzo a ver ! "
Moraleja:no siempre es bien recibido
lo que al otro quieres dar.
Honestidad y confianza
son parte de la amistad.
El malagradecido y sarnoso cartucho
ResponderEliminarno correspondió a la generosidad,
aunque su espinazo era un serrucho
que daba pena ver por su debilidad.
Murillito, ante tal canina acción,
justificadamente un poco enojado,
se dijo: "no se debe dar bocado
a quien no reconoce su condición
de ser perro flaco y hambriento.
Aunque parezca mi reacción concha,
ya tranquilo y calmado, lo siento,
sigo devorando mi café con mojoncha.
REPLI-CA-NINA
ResponderEliminarEn favor de aquel zaguate
me he decidido a narrar
lo que quizá en su momento
pudo el "mentao" pensar:
Desde el suelo a Murillito
vio dándole duro al diente
y como no era común
que fuera un perro obediente,
se acercó moviendo el rabo
sin saber qué le pedía
pues le fallaba el olfato
aunque goloso seguía.
Será un pedazo de carne
lo que Don Beto disfruta?
Y si come su olla de carne,
o el vaho que tanto le gusta?
o a lo mejor son menudos,
o hasta un gallo e´salchichón...
-se relamía los bigotes
solo babas y emoción-
Mas cuál sería su sorpresa
cuando le tira el pedazo
y va viendo con tristeza
que ese manjar fue un fracaso...
"Yo no soy vegetariano,
de esas vainas yo no como..."
y jalando para el patio
al viejito deja solo.
"Yo no sé porqué se enoja..."
-pensó luego de escuchar
lo que Don Beto enojado
se dedicó a reprochar-
"Yo recibo chicharrones,
(tras de pobre, delicado)
que soy perro, y no perico
mas me tiene sin cuidado..."
Y aunque parezca un percance
difícil de superar,
viejo y perro sin problema
volvieron a congeniar.
muchachos¿pero qué´s aquello? en este memorable día del nacimiento del blog,se avirolaron las musas... estoy casi patitiesa...me fascina poder compartir todos esos tesorillos que tenemos por ahí guardados .
ResponderEliminarpues he de confesar que esas confisgadas musas hace mucho que no pasaban a visitarme... pero al leer tan buenos aportes, bien mencionaste que se "avirolaron"... así que en buena hora!!!! A sacarle punta al lápiz, que esto apenas comienza!!!!! :)
ResponderEliminarYo no soy poeta pero lo voy a intentar,
ResponderEliminary es que en defensa de mi "aguelo" voy a hablar,
que no era frecuente verlo molesto han puesto
y aunque no me lo hubiera dispuesto
les vengo a contar que no es tan verdad,
y no es que me quiera hacer mala publicidad
pero no fue cosa difícil en aquella ocasión hacerlo enojar
aunque no creo que fuera tan grande la torta que nos venimos a jalar.
pero ahora si le voy a contar
que a don Beto poder molestar,
era tan fácil como llegar y tirar
por todo el patio la leñita
que él para su amada doñita,
había traído desde quien sabe que lado,
la había en bruto apilado para el sábado
sin demora tempranito poderla picar
luego recoger y volver acomodar,
allá cerquita de la casa para que doña Lita
pudiera en su cocinita
hacer la rica comidita.
Pero Danielito y Raulillo ¡a par de condenados!
que si bien no jugaban a los dados,
por estar jugando a las espadas
cual si fuera un cuento de hadas,
los palos han agarrado
esparcido y desparramado
por acá y por acullá,
y al finalizar no les importa que allá
un desorden han dejado
pues ya se han olvidado
de leña por todo lado tirada,
por estar jugando alguna otra carajada.
¡Vengan recojan todo esto!
y rapidito nos ha puesto
a levantar todos los palos
que se encuentran por todos lados,
menos donde tienen que estar.
Ya después volvimos a jugar,
y no les puede jurar
que más travesuras no hicimos
pero que podían esperar de este par de primos.
Hoy lanzo mi sombrero al aire,
ResponderEliminarque así mi alegría se demuestra
al ver cómo se lanzan a la palestra,
exhibiendo tanta gracia y donaire,
cual émulos de Aquileo Echeverría,
no sé cuál será el más inspirado,
que me he quedado maravillado:
cada uno escondida la gracia tenía,
¡Ah qué confiteros estos muchachos!
como decía la finada de mi tía Tina,
si escriben tan fácil como camina
en el bosque un venado sin cachos.
Yo les digo con toda sinceridad:
cada vez más me alegro y regocijo
porque mi gran Dios me bendijo
con una familia de tal capacidad.
Una familia tan unida y tan amorosa,
todos tan humildes y tan serviciales,
tan alegres, amables y tan especiales.
Una familia en verdad maravillosa.
Si tenemos todo tipo de poetas,
guitarristas, músicos, pintores,
artesanos, costureras, escritores,
hay hasta cocineros por recetas,
declamadores, narradores, cantantes,
maestros del chiste y la improvisación,
y aficionados al teatro y la actuación,
que van desde pensionados a estudiantes.
Aquí hoy ya aparecen algunos asomos
cual muestras de la chispa y la picardía
que tiene toda esta bella familia mía.
Realmente qué ingeniosos que somos,
llenamos de arte lo que podía ser sencillo.
Qué linda descendencia dejó don Humberto,
en conjunto con doña Lidia. ¡Es cierto!
¡Que viva toda la gran familia Murillo!