domingo, 12 de septiembre de 2010

VOLVIENDO A LA COCINA DE MAMÁ

Resulta que se resulta, que mi esposa
a algunas de mis hermanas preguntó
si recordaban cómo es que era la cosa
de un rico picadillo que tanto le gustó,
que mi madre hacía para los eventos
que para la familia eran muy especiales,
y entre ellos estaban los casamientos,
y algunos otras cosas así de principales.

Pues así ella, pregunta que te pregunta,
tuvo que llegar a la tan triste conclusión,
de que hacer el picadillo formando yunta
con alguna de ellas, era apenas una ilusión.
En eso elevó su mano Lali. La susodicha
se ofreció a servirle de humilde lazarillo
para que así tuviera la tan ansiada dicha
de comer de nuevo aquel rico picadillo.

Ándale que ándale, a la tarea se pusieron,
los puntos sobre las íes y con buena letra,
pronto el rico y añorado manjar hicieron.
Pero dado que con calentura sigue Petra,
el gusanillo de las cocinadas compartidas
hizo a alguna planear un arrollado de frijol,
añorando otra de las de mamá ricas comidas,
que, según viejo dicho, eran la tapa del perol.

Lali, Hilda y Tere, se pusieron de acuerdo,
e invitaron a otros hermanos a la cocinada.
Caso similar, por más que trato, no recuerdo,
que se hubiera dado en esta familia señalada.
Todas buscaron sus delantales de mejor gala,
pero algo indicaban: eran prenda sin estrenar.
Más, en casa de Lali la cosa tupe y no arrala,
antes de lo esperado se los fueron a ensuciar.




Lali, Cocinera en Jefe pronto se auto nombró,
y órdenes van, órdenes vienen: “Que la masa
ya casi está lista y las hojas nada: ¿qué pasó?,
¡no sean echados, todos trabajan en esta casa!
Más no le hacían caso que “hacer esto es cajeta”,
una decía una cosa, otra el asunto cambiaba.
Como de ellas ninguna sabía la receta completa,
la cosa más enredada que pelo de rasta estaba.

En tal caos, Lali movió con gran energía la batuta,
comenzó a dirigir a su entero gusto el concierto.
Se portó ágil, soberbia, cruel, mandona y astuta,
pero que así sacó muy bien la tarea, es lo cierto.
Vicky, que desde el principio se había sumado
a tan inesperado y magnífico suceso culinario,
no creía el cambio que Lali había experimentado.
Pero para Jorge no tenía nada de extraordinario.


Como la mergollina un rico sabor no tomaba,
ni aunque cada una el mejor esfuerzo hacía,
pero un algo que no sabían qué le faltaba,
y nuevo ingrediente quien quisiera le ponía.

Hasta que recordaron del invitado hermano,
que estaba ahí tan callado y tan paciente.
Lo llamaron, y claro, con su experta mano,
dio el punto y el resultado fue excelente.


Todos temerosos estaban al hacer el arrollado,
que era la no dominada etapa del acabado final.
Hilda sacó medidas hacia uno y hacia otro lado,
para arriba, para abajo, amarró bien su delantal





y se lanzó al ruedo sin ninguna clase de temores,
enseñando a los demás cuál era el procedimiento.
Y yo les digo a todos ustedes, señoras y señores,
aquello llenó de confianza nuestro pensamiento.



A partir de ahí cada quien sacó todas sus dotes,
todas sus artes y sus mejores tácticas manuales,
para hacer los arrollados, pequeños, o grandotes,
quedaron cuadrados o triangulares, pero geniales.


Que hirvieran hubo que esperar con impaciencia,
más después de cocinados, enfriarse necesitaban,


para que cuajaran tomando la debida consistencia.
Y cuando al fin los probamos: ¡qué ricos estaban!



Nos felicitábamos, estábamos muy realizados,
lucíamos una gran sonrisota, todos fachentos.
Nos habían salido bien los tamales ansiados,
eso nos hacía sentir algo más que contentos.
Es que la felicidad está en plenamente disfrutar
todos nuestros triunfos, aún los más pequeños,
que en la vida con el esfuerzo podamos lograr.
Poco a poco es como se construyen los sueños.


Damas y caballeros, yo con esto ya termino,
la historia de la hazaña del arrollado de frijol.
Cierto: mis hermanas hicieron tal bocado fino,
aunque más bateado que partido de beisbol.
Este relato igual sirve para que ustedes vean
que sí se puede cuando en verdad se quiere.
Ellas saben cocinar aunque unos no lo crean:
hicieron el tamal entre Lali, Vicky, Hilda y Tere.



viernes, 10 de septiembre de 2010

PARA APROVECHAR EL ACEITE QUE QUEDA AL COCINAR O FREÍR:
HACER JABÓN, FÁCIL Y BUENO:

http://centros5.pntic.mec.es/ies.victori…

jueves, 9 de septiembre de 2010

SI DE COMIDAS HABLAN...

Diay!!Yo también me invito,no empiecen sin mí:
yo no soy vegana,hartoncita sí.
Sin hacerle caras le como pollito
chicharrón con yuca o pescado frito,
también canelones,lasaña con queso,
chorizos,jamones..yo como todo eso...
arroces con pulpo y"chop suices" secos,
burritos,pupusas,tacos yucatecos,
suchis y crepas,sopas de marisco
ollitas de carne...venga ese mordisco!
Yo le acepto flanes,"musses"y tosteles,
patíes,empanadas,tortitas,pasteles
de cualquier estilo,con cualquier relleno
no soy exigente(con tal que sea bueno)
A este chef hermano que tan bien cocina
me ofrezco de oficio:Catadora Fina.
¿Cuándo es el chifrijo? -bien claro está el punto-
yo no soy vegana:yo también me apunto!

domingo, 5 de septiembre de 2010

Fotos Fotos

Fotos de Murillito con grupo de la Tercera Edad en:


http://www.flickr.com/photos/53656876@N02/

sábado, 4 de septiembre de 2010

:)


Cierne despacio tres tazas de harina

-De nuevo el chef Hugo va pa la cocina

El horno primero pon a calentar

-y yo me pregunto: ¿qué irá a cocinar?

Alista la pasta, que quede perfecta

-sin duda será otra sabrosa receta

Una taza de azúcar debes agregar

-Yo espero que pronto me vaya a invitar

Trata que el relleno quede bien revuelto

-Pues de sus delicias sólo llega el cuento

Pendiente del horno debes de estar

-Asi que algún día espero disfrutar

pues si te descuidas todo quemarás

-de sus galletitas, pasteles y demás!!