jueves, 10 de febrero de 2011

DE RASPONES Y LOQUERAS

Hoy me decidí a escribir.

Parecerá que si empiezo hablando de mi cumpleaños estoy copiando el tema sobre el que escribió Gaby unos meses atrás, pero juro que no fue a propósito, y créanme que no se parece en nada, ni en forma, ni en fondo, y carece por completo de ese talento suyo para acomodar las palabras y que suenen bien bonito.

Estoy a cinco días de los treinta y cuatro... Cada vez más cerca del número de los locos, aunque esa es una característica mía desde siempre, a decir de algunos. Y, total, qué sería de esta vida nuestra sin un poco de locura??? Que rico es "deschavetarse" de vez en cuando por algo, o por alguien, sin importar los calendarios acumulados o el qué dirán... Como cuando a mis hermanillos, nuestras parejas y a mis tatas nos da por hablar tonteras y seguirnos la corriente con comentarios chistosos y nos da tanta risa que en más de una he tenido que salir corriendo al baño para no acabar con el jolgorio por culpa de un accidente, y quedamos con la panza tan adolorida de reírnos que parece que hicimos abdominales.... locos todos!!!

Estoy a cinco días de los treinta y cuatro, y -como talvez se pudo enterar alguno por el "feis"- ando con las rodillas raspadas... Sí, me caí OTRA VEZ!!!!
Y eso me ha puesto a pensar en todas las desnarizadas que me he pegado en estos años: tropezones en la calle, aterrizadas en el trabajo, en la acera... en fin! También están los descalabres internos de los que nadie está excento.

Sobándome las rodillas pienso en todas las veces que he terminado en el suelo, pero lo más importante de todo es que me levanté. Lo hice la primera vez, la segunda, cada una de ellas. Lo he hecho física y emocionalmente, y hasta se puede decir que algo he aprendido (por lo menos a caer con más gracia, a levantarme más rápido, a aguantar un poquito las ganas de llorar...)




He aprendido a decirme sana-sana cuando no hay nadie en ese momento que me consuele, a curarme el pellejo y sobre todo el orgullo.

Aprendí, y sigo aprendiendo, que todos podemos terminar en el suelo, aunque nos creamos bien arriba... y que al caer, aunque pensemos que podemos levantarnos sólos, siempre precisamos de una mano que nos ayude... yo he recibido ese apoyo, y espero estar ahí cuando los demás me necesiten.

Comprendí que aunque los raspones duelan (por dentro y por fuera), y ardan y sangren, todo sana, todo pasa. Que puede quedar una cicatriz (yo las colecciono), pero podemos verlas como heridas de guerra, como un buen recordatorio de que estamos vivos, de que aún podemos sentir dolor, miedo, cólera, vergüenza... porque estamos vivos!!!



Así que viéndolo desde esta perspectiva, estas marcas que quizá bastantes años atrás serían material para un complejo, hoy no me molestan tanto, porque todas tienen una historia detrás y me hacen ser quien soy (aunque de momento no pueda usar enaguas).

Estoy a cinco días de los treinta y cuatro, y me dió por filosofar. Hoy doy gracias a Dios por la vida, la salud y hasta por mis "patas vueltas". Gracias por la bella familia que me llena de amor, y que me quiere tanto como para soportar esta hablada.

Lo siento si los aburrí pero, diay, quién los manda a pedir aportes en este tan querido espacio mojoncheño... jajaja.

Besos a todos, los amo!!!

5 comentarios:

  1. Yo creo que talento tiene todo aquel que tenga algo bueno para decir, y un corazón de Calaca tan lindo como el tuyo, nunca falla ...

    Como dijera la canción : "Yo soy así, pues polque sí , me crié así, me vo´a morir así , oh sí... ♪♫
    (Qué sabol Pueltoriqueño caray!)...

    "bonita la gente que no se detiene, bonita la gente que no tiene edad, bonita la gente cuando es de verdad" .. qué musical se puso eso, pero no podía ser para menos, aplauso merecen las personas que le ponen música real a la vida, y que me rodean, y que escriben aquí, y que se caen, y que se ríen, y que se echan alcohol y se soplan, y se abren el pecho y se exploran,y viven, y viven, y viven, y a pesar de las heridas propias y compartidas...viven.

    Salud por el presente, y salud por la memoria.

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  2. Gracias, bella, por tus lindas palabras, y por formar parte de esta vida que vivimos. Besos y ¡¡Shalú!! ♥ ♥

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  3. Que dicha que mi prima no le dio por andar en moto, porque con ese talento para las caidas ya estaría peor que Raul y Ediardo juntos, sumándole las caidas de Allan y la mía propia también.

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  4. Un día a una compañera de oficina le dio un ataque de "añitis" -andaba más o menos por ahí de la edad de Érika. Yo, gallo viejo, psicólogo, brujo, poeta, loco,filósofo, consejero,romántico, soñador y pobretón (sobre todo), le hable con cariño haciéndole ver que cada edad tiene su encanto, que conforme los años pasan podemos hacer cosas que antes no podíamos (Érika ahora puede tomar con humor las caídas y las cicatrices como trofeos de vida, las mismas que antes eran para disgustos y hasta vergonzosas), crecemos en sabiduría, en capacidad de estar agradecidos con la vida, en paciencia, en sosiego y en aprender a apreciar el silencio, el ruído, la soledad y la compañía, es decir lo que nos traiga el destino, solo hay que esforzarse por verle ese encanto a cada etapa de la vida y disfrutarlo.

    Cada edad tiene su encanto
    aunque ya no pueda tanto bailar,
    aunque no pueda al fútbol jugar.
    Pero me es más fácil el llanto,
    he crecido más como ser humano,
    he aprendido a compartir mejor
    tanto la alegría como el dolor,
    me es más fácil pedir una mano.

    Felicidades Érika por su actitud ante la vida y ante la edad. Nada de lo que queda atrás en mejor que lo que nos espera. Pasamos la vida no para añorar el pasado, sino para esperar el futuro.

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  5. Muchas gracias, tío querido. No sólo por tus palabras, sino porque contribuyes en mi vida con tu sabiduría, experiencia y muchas cosas más quizá sin darte cuenta. Un abrazo enorme con el cariño de siempre

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