sábado, 2 de abril de 2011

HOY SE ME FUE LA INGRATA

Ya tenía calculada la hora en que siempre pasaba,con su andar airoso,haciendo que los colores de su vestimenta se volvieran revuelvo de tonalidades, cual arcoiris sobre la tierra.
Salí presuroso porque se me hacía tarde y yo quería verla venir con tiempo, prepararme para cuando estuviera cerca, moverme con elegancia y caballerosidad, abordarla antes que cualquier otro, porque eran varios los que siempre vivían pendiente de ella.
Cuando yo apenas llegaba a la esquina,¡oh frustración!, con un nudo en la garganta la vi pasar, iba a paso lento, indiferente a mis miradas de angustia y de súplica. Estiré la mano en un inútil gesto casi de moribundo, sin ánimo, sin esperanza, era el gesto de dolor de aquel que sube al patíbulo, de aquel que saca su último dinero disponible y paga en la caja rogando que alcance... Ella se iba, se iba, sin que pudiera hacer nada por retenerla, por abordarla, ¡la desgraciada cacharpa que tienen por autobús se me iba un día más...!

1 comentario:

  1. Por un momento pesé aunque algunas partes del texto no me calzaban, que estaba hablando de Jimena que fue a recogerla a la guardería y la niña ni volvió a ver al aguelo.

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